Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negros.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas...Lo llamo dulcemente: "¿Platero?" y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas, mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo vestidos de limpio y despaciosos se quedan mirándolo:
- Tiene acero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
De Platero y yo, Elegia Andaluza (1907-1916)
Juan Ramón Jimenez
de Patricia O. (Patokata). En éste rincón hallarán textos propios así como material de escritores de todas las épocas y lugares.
"La vida se ríe de las previsiones y pone palabras donde imaginábamos silencios y súbitos regresos cuando pensábamos que no volveríamos a encontrarnos."
José Saramago
noviembre 22, 2009
PLATERO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te agradezco mucho tu visita, me gustaría saber: ¿qué te han inspirado Mis Musas...??